Entre los siglos XIX y XX el interior del templo adquiere su actual forma y color realizado por artistas de Múnich. El altar neobarroco se realizó en el ano 1897. En su centro, dentro de una vitrina sostenida por dos ángeles está la milagrosa imagen de la Virgen. Otros dos ángeles sostienen una corona. En la parte superior del altar un corazón traspasado por una espada que representa la profecía del viejo Simeón: „Tu corazón será traspasado por la espada del dolor". En el arco del presbiterio hay esculturas representando la coronación de la Virgen como la Reina del cielo y de la tierra. El cielo raso esta cubierto de pinturas que representan los ruegos de las letanías de la Virgen de Loreto. Los vitrales en el presbiterio representan a los padres de la Virgen Santa Ana y San Joaquín. En la nave del templo están San José, San Jorge. Santa Inés y Santa Bárbara.